DÍA 30: FINAL
Ha llegado el momento de que caiga el telón, de llegar al final.
Todo termina pero lo importante no solo depende del resultado. El trayecto es muchas veces un proceso magnífico en el que nos involucramos, soñamos y aportamos nuestro más escondido talento, y cuando se alcanza la meta de una u otra forma hemos conseguido vencer.
Con el devenir del tiempo es cuando con vista pretérita contemplamos orgullosos todo nuestro empeño, nuestro sudor. Las huellas que quedaron grabadas guiarán por siempre nuestros recuerdos sobre lo que se logró.
Al conquistar nuestros retos crece nuestra esperanza, se afianza el amor propio. Produce una enorme satisfacción acariciar con mano audaz y decidida el corazón de quienes confían en aquello que se les quiere mostrar, y en el instante en que comulgan mano y corazón, se consigue el objetivo que perseguían los anhelos.
Lo más duro es la despedida porque cuando se camina de la mano con las ilusiones, es muy complejo decirles adiós. Cuando forman parte de la indumentaria, cuando forma parte de ti, no cabe decir adiós, solo resta buscar otro desafío que deje a la pena apartada, que no dé tiempo a sentir el lamento por lo que acaba de terminar.
Así que no derramemos tristes lágrimas porque esto es tan solo un hasta luego. Dentro de poco nuevamente el telón se alzará. Otras insólitas funciones en asombrosas utopías conseguirán germinar, y con la emoción aferrada en el pecho, levantaré mis manos al cielo aplaudiendo por un nuevo final…