DÍA24: DESENFRENO

DÍA 24: DESENFRENO

Sucede todos los días, en todos los lugares del mundo. El sol se esconde tras el horizonte y poderosos predadores emergen de entre las tinieblas influenciados por el ciclo lunar, en una actitud impetuosa y voraz en busca de algo que atrapar.

Se trata de un espectáculo maravilloso. Contemplar su movimiento ondulante, su cuerpo fusiforme que le permite vencer la resistencia del agua…

En un momento determinado se unen cientos de ellos en una orgía de hambre y vehemencia, reclamando su sitio en el océano, afirmando con convicción que son quienes mandan. Y se les puede observar nadando hacia sus presas, introduciéndose por rocas, corales y otros lugares imposibles que recuerdan la agilidad de los gatos. Y desde lo lejos sin miedo y con asombro se puede asistir a su baile improvisado, a una extraordinaria función que tiene su pase cada noche. Se puede acudir a su cita, desde un privilegiado lugar, que no interfiera en su escena porque esta es su ceremonia y no nos podemos entrometer.

Observan curiosos con ojos tímidos y oscuros a los intrusos que son testigos de ese momento y pese a no estar invitados se centran en su festín, admitiendo esa furtiva visita, permitiendo quedarse sin más.

Es un desenfreno de la naturaleza, tan bello como cruel, tan armónico como caótico… Los peces asustados tratan de ocultarse, de buscar su escondite, tratando sin conseguirlo a menudo, de aguantar un día más. Sus aletas tan hermosas desde los improvisados palcos de honor, sugieren sospecha y alarma en el arrecife, que bajo la atenta mirada del sol, se muestra sereno y apacible.

Parece perversa esta trágica representación pero forma parte del universo, de su ritmo y su esencia pero el ciclo durante las noches seguirá su curso inalterable con su cruel y maravilloso frenesí…

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