RELATO Y AUDIO RELATO: UN NUEVO FUTURO

RELATO Y AUDIO RELATO: UN NUEVO FUTURO

Si el amor es suficientemente poderoso, es realmente difícil dejar de disfrutar de él ¿Hasta qué punto entonces estamos dispuestos a cruzar fronteras y acompañar ese amor hasta sus últimas consecuencias?

Te cojo la mano con fuerza, es como si quisiese fundirme contigo, introducirme por ella hasta confundirla con la mía. Te miro embelesada a través de la cortina que abriga mis ojos.

Te pido perdón por incumplir aquello que prometí no hacer. Cuando te lo juré sabía que te mentía pero no me reprendas por eso, mantén tu generosidad hasta el último aliento.

Hay veces que no me escuchas, hace tiempo que tu consciencia vaga sin rumbo, sin tiempo definido, por algún lugar desconocido, donde espero me guardes para pasar más momentos juntos.

Me encanta cuidarte, no me canso de ello. Porque sigo aferrada a tu cuerpo, porque solo escuchar tu respiración aplaca mi sensación de tristeza. Agarro uno de nuestros álbumes y lo repaso entre sonrisa y sollozos, recordando un sinfín de viajes, cuantiosos momentos hilarantes que nos hemos repartido. Me mantiene atada al mundo la ilusión de saber que sin descifrar cuándo ni cómo, regresas de tu letargo para obsequiarme con tu sonrisa, con un gesto amoroso o unas palabras elocuentes que me recuerdan que sigues ahí, dentro de ese cuerpo invadido por la vileza del deterioro. Es entonces cuando me proporcionas el alimento necesario que nutre mi entereza hasta tu siguiente ofrenda, como un náufrago en medio de la tormenta esperando afanoso las implacables olas, asiéndose desesperado a la esperanza, aun sabiendo que el terrible desenlace al fin sucederá.

No quiero que me dejes sola. No es justo. Sellamos un pacto hace una eternidad, cuando parecía que este presente jamás nos podría atrapar. Ni siquiera la muerte nos separaría. ¡Maldito sea!, lo ha hecho y no te quiero sobrevivir. Sin ti no hay color en el cielo, no hay mañana ni hay prisa y los sonidos son tristes, pero lo que más me enfurece es pensar que el mundo continuará su inexorable avance pese a tu ausencia.

Hoy por fin he aceptado lo que tantas veces me suplicabas. Hoy es el día en que desde tu particular atalaya te quieres despedir antes de que este saco de huesos en que se ha convertido tu cuerpo, deje de cobijar a tu alma y se la trague el olvido.

Y cuando vierta este brebaje en tu boca, haré como siempre hicimos, compartiéndolo todo. Sé que replicarás al principio, pero también sé que terminarás aceptando. No dejaré lugar para tus dudas y no me pienso quedar sola. Entonces apoyaré la cabeza en tu hombro y juntos partiremos hacia un nuevo futuro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba