HOY HACE UN AÑO

HOY HACE UN AÑO

Ya hace un año desde el 14 de mayo de 2020. Nunca se me olvidará esa fecha. Acudí a la cita algo inquieto. Te preparas para lo peor deseando lo mejor. 

El médico me miró. Solamente podía ver sus ojos. Su expresión me era completamente indescifrable. La mascarilla ocultaba cualquier pista, cualquier indicio de las noticias que debía darme.

Nada puede equipararse a la mención de esas cuatro palabras malditas, esas palabras que suscitan tanto miedo y confusión. “Tiene usted un tumor”.

Un momento de silencio, de asimilar lo que me acaban de decir. Se te agolpan en la mente tantas preguntas al mismo tiempo que es imposible gestionarlas… Por fortuna, aquellos ojos, aunque no sonrieron, sí mostraron comprensión, como si yo no fuese una de las numerosas personas que reciben esa noticia cada día, como si fuese el primero en tener que soportarla, como si no llevase diciendo eso mismo innumerables veces. Siempre se lo agradeceré. El resto fueron porcentajes, buenos pronósticos que, según él, podían hacer de esa noticia algo más llevadero. Y me aferré a ello, pero sin ser plenamente consciente de lo que podía quedar por delante, del camino por recorrer. Estaba al principio de un largo proceso.

Llevaba dos meses algo inquieto. Mentiría si dijese que con miedo, pero desde el día en que vi el bulto, sabía que algo no iba bien y maldije la perversa coincidencia de esa inquietud con aquel 14 de marzo que quedará grabado en la memoria de tanta gente, donde se nos pedía encerrarnos en casa por culpa de un maldito virus.

Si alguien me hubiese dicho que en 2020 tendría que afrontar una pandemia mundial al mismo tiempo (literalmente) que un cáncer, seguramente me habría echado a temblar. Sin embargo, cuando eso sucedió, no ocurrió así. 

Claro que pensé algún momento ¿qué pasaría si al final me lo pillaron tarde? ¿qué es lo que me daría tiempo a hacer? Hubo un día que en mi mente me hice una pequeña lista por si acaso… Fue una lista pequeña y si soy sincero tampoco muy exhaustiva porque en el fondo no me convencía esa idea. La verdad es que me sostuve más tiempo (prácticamente todo) en las zonas claras que en las oscuras. 

Cuando te diagnostican esta enfermedad, piensas rápidamente en la posibilidad de la muerte. Hay tabúes con ella, aunque a todos nos espera en algún lugar. Desde hace un tiempo, antes de este pasado 2020, he pensado en ella, pero no como un mal presagio o algo terrible, sino como algo ineludible que deberemos afrontar con la mayor de nuestras dignidades.

Me ayuda mucho pensar que llevo una vida que me satisface, que poseo más de lo que necesito y que mi conciencia está libre de pesares y tribulaciones. Mientras tanto la disfruto cuanto puedo como solo se disfrutan las cosas que perecen, que poseen fecha de caducidad.

La mayor parte del tiempo, si no prácticamente todo, lo pasé tranquilo, acompañado por mi fiel compañera de viaje. Por suerte para mí, en un momento en que no se podía salir de casa, su única compañía y las llamadas de teléfono y video llamadas, que se impusieron para poder vernos con quienes queremos, me servían de bálsamo curativo.

Siempre se ha dicho que una actitud positiva ante la incertidumbre y la congoja es aliada indispensable para su superación. Yo no sé si ha sido fruto de ello o simple casualidad, pero después de la operación y el tratamiento, me he recuperado plenamente. Ya puedo decir sin temor que he superado el cáncer, que he vencido la batalla con éxito. Además de ahora en adelante y por bastante tiempo, tendré la certeza de estar supervisado y no volver a pasar por este trago otra vez. Tal vez por otro, pero no por este.

Calibrando finalmente el pasado año y lo que llevamos de este, puedo decir sin temor a equivocarme, que el balance es positivo. En un escenario en el que todo podía salir mal, en el que las cifras de muertes han sido demasiado elevadas, la insolidaridad se ha multiplicado, Filomena parecía anunciar el fin definitivo del mundo, y el planeta está buscando la manera de reinventarse, yo puedo decir que estoy bien, que mis amigos y familia también lo están, que no he perdido a nadie, que el trabajo nos ha respetado a todos (salvo a alguna persona, que lo está pasando mal).

Llevo ya algunos años agradeciendo lo que tengo, tal vez demasiado, sin añorar lo que no. Esta no es una reflexión que provenga de haber superado la enfermedad. No la necesito para contemplar lo afortunado que soy.

Ojalá llegue el día en que todos podamos valorar lo que tenemos sin necesidad de ponernos previamente una soga al cuello. Entonces quizás la solidaridad sea lo cotidiano y ocupe el lugar de la apatía, la prisa y lo superficial.

FIN

¿Y para ti cómo ha sido este último año? ¿Hay algo que desees compartir aquí? ¿Te ha hecho reflexionar sobre algo o te ha hecho modificar rutinas o pensamientos?

14 comentarios

  1. Risalialopez

    Cariño. Hace un año, diste muestras de una gran entereza ante el diagnóstico inesperado.
    Lo encajase con gran valentía. Hoy afortunadamente todo superado.
    Ha. Sido un año muy duro para aquellas personas que la pandemia se llevó a sus seres queridos; también para aquellos que perdieron su empleo.
    Nosotros somos muy afortunados ya que nada de eso padecimos., Aunque el dolor de los que sufren nos afecta.
    Pronto, a partir del cuarto de junio, tendremos la oportunidad de reunirnos todos y celebrar dando gracias todo lo que tenemos. Te quiero

  2. A veces la vida nos pone al paso algunos obstáculos para enseñarnos a superarlos.
    Es cierto que no siempre es fácil superarlos como es tu caso, pero la manera en la que nos enfrentamos a ellos, puede marcar la diferencia.
    Además, llevar una vida plena y feliz hace este viaje mucho más agradable y llevadero. Me alegro de que lo hayas superado completamente y espero que las revisiones se queden en confirmaciones de que todo sigue perfectamente.

    Respecto a este último año, te diré que, a pesar de todo lo malo que ha ocurrido en el mundo, para mí ha sido un buen año. Ninguna persona de mi familia y amigos ha enfermado por la pandemia, he conservado mi trabajo y he disfrutado un montón de la nieve pero aun así, no dejo de pensar en todos los que, de una forma o de otra han tenido que superar situaciones complicadas. Es por esto por lo que no dejo de sentirme afortunada.

    Mucho ánimo a todos los que están en fase de superar alguna enfermedad, o algún proceso complicado, sea cual sea.

    Y para ti Sergio, un beso enorme y mi más sincera enhorabuena por esta superación de la que, como bien dices, has sabido sacar su lado más positivo.

  3. Sara

    Sergio, que te voy a decir que no te haya dicho ya.. es admirable como te enfrentaste a la enfermedad, con optimismo pero también siendo realista y valorando las distintas posibilidades. Recuerdo el día que me diste la noticia, pensé, después del susto claro 😉, “pase lo que pase, lo superaremos juntos”
    Estoy orgullosa de ti y feliz de tenerte como compañero de vida
    Por cierto, me encanta la foto ❤️

  4. FerBH

    Que buena noticia saber que todo ha sido superado. Me han encantado tus palabras, yo soy un ser que desde hace muchos años años soy consciente de lo afortunado que soy. Haciendo una mirada interior, pensaba hace tiempo que mi vida era genial. Esa misma vida me demostró que había cosas que no conocía y que, aunque no hubiera añorado vivirlas en su día, son tan maravillosas y hoy no las borraría del libro de mi historia. Espero y deseo que sigas dando pasitos hacia adelante con la misma determinación e ilusión que hasta ahora; disfrutando de cada haz de luz que tu historia te depare.
    Y ya de paso a ver si te curan de verdad y te haces madridista 😂🤣😂 un abrazo enorme.

    • Qué alegria tan grata leerte Fernando. Me alegro que te hayan gustado mis palabras. A mí las tuyas también. Ya me dirás algún día qué es aquello que no hubieras añorado y es tan maravilloso. Queda pendiente.
      Y por cierto la quimio solo cura no hace milagros y sobre todo no empeora la Salud mental. 😜

  5. Quim Capdevila

    Pues a pesar del duro golpe que la pandemia ha significado para casi todos nosotros, por no decir todos, yo no dejo de encontrarle conclusiones positivas a este parón mundial. Lo ha cambiado todo. Nos ha sacado de nuestra zona de confort y nos ha hecho enfrentarnos a nuestro verdadero ser, a nuestros temores, miedos, …; Y yo me alegro de haber vivido este momento, pues caen las falsas caretas que todos llevamos en un momento u otro para aparentar que sé yo, para no sentirnos excluidos de la rueda en la que nos tiene inmersos esta sociedad del «Bien Tener» más que del «Bien Ser» o para no sentirnos solos; y, desde esa soledad precisamente, es cuando empezamos a crecer, a realizar ese viaje interior tan necesario pero que no muchas personas se atreven a emprender. Estamos solos en este mundo y únicamente desde la aceptación de esa soledad y de estar bien con uno mismo, es cuando uno empieza a brillar con luz propia y puedo compartir con los demás. Y eso, amigo Sergio, es lo que tú llevas tiempo enseñándome. Has cogido el toro por los cuernos y, en lugar de víctimizarte, has aceptado la realidad que te tocaba vivir y le has puesto la mejor de tus caras. Y, a pesar de lo que estabas viviendo, siempre encontraste el tiempo para estar al lado de los tuyos. Y eso, hermano, no se paga con dinero. ¿Sabes? soy una persona muy afortunada, pues te tengo muy cerca.

    • Amigo cuando escribes consigues tocar directamente lo más profundo de mí. Lo que dices y cómo lo dices… Siempre me tiembla un poco la voz al leerte en voz alta.
      Además viniendo de ti, la persona más cercana que peor lo está pasando… pero que dedica un tiempo del escaso que tiene para compartirme estas maravillosas palabras.
      Yo también admiro tu fuerza ante las adversidades que moran en tu vida. Aún así siempre consigues que nos riamos, trivializando y dejando que lo mundano y la chanza aparte momentáneamente tus tribulaciones.
      De mayor quiero ser como tú.
      La suerte es bidireccional. Te siento cerca, siempre…

  6. Yol

    Es cierto que hay cosas que no se olvidan, momentos en los que parece que se detiene el mundo y te invade una sensación de ahogo incontrolable … Así fue ese momento en el que escuché el audio que nos dejaste a Daniel y a mi … Tu yo habíamos hablado esa mañana por otros temas además, y que lejos estaba mi mente de pensar en lo que serían unas horas después… Y de repente, se paró el mundo, porque en mi cabeza no entraba que a mí hermano pequeño le hubieran diagnosticado cáncer. Pero me bastó hablar contigo, sentirte y «verte» positivo y fuerte ante la adversidad que te tocaba batallar y el mundo se puso de nuevo a girar y quise creer con todas mis fuerzas que lo superarlas, porque no podía ni quería pensar en otra opción que no fuera esa. Y afortunadamente, el episodio nos presentó el final feliz que ya conocemos. Y yo también admiro como encargaste desde el principio la situación. Crack!
    La pandemia, como a algunos que ya han compartido aquí su experiencia, me ha servido para «encontrarme» creo que de una forma definitiva, aunque a veces vislumbró que me puedo «desorientar» de nuevo, rápidamente vuelvo sobre mis pasos y lo corrijo. Aunque soy muy consciente de que hay que seguir trabajando, porque el equilibro en nuestra vida no se consigue solo, hay que aprender a saber dónde hay que «agarrarse», para no caer. Y mis agarres sois mi familia, mis hijos y algunas personas que no siendo de sangre, son como si lo fueran. Porque aunque suene muy cursi, el AMOR , sea cual sea el origen, es la clave para sentirse VIVO.
    Te quiero hermano y entre otras cosas soy inmensamente afortunada porque la vida nos mantiene a todos aquí y porque nos quedan muchas cosas aún que compartir. Da un abrazo a Sara, por ser y estar siempre.

    • Gracias hermana. Lo cierto es que cuando sientes que hay red bajo tus pies, la incertidumbre se maneja mejor.
      Y siempre he dicho que en valentía tú siempre ocuparás en mi propio ranking un altísimo puesto como te he dicho ya en ocasiones.
      Me siento muy vivo y hay motivos para mirar hacia delante con optimismo.
      Un beso. Te quiero.

  7. Juan Moreno

    Sé que no es popular lo que voy a decir, pero es mi realidad en aquel momento en el que la pandemia pasó a un segundo término cuando el 14 de mayo del año pasado nos comunicaste la temida noticia. Y fuiste tu con gran entereza quién quitaste hierro a la misma, aunque supuse que la procesión iría por dentro.
    Afortunadamente, un año después ha quedado como un mal sueño.
    A partir de comunicarnos tu recuperación de nuevo la pandemia tomó carta de naturaleza en nuestras vidas con las consecuencias que todos sabemos.
    Para los que nos han dejado, toda la paz y para sus seres queridos, a diferencia la de nosotros, seguro que lo sucedido, ha sido una horrible pesadilla.
    Te quiero

    • Gracias por estar siempre atento a todo lo que les ocurre a tus hijos. Sé bien que siempre estás ahí.
      Brindo también por todos aquellos que nos han dejado y doy todo mi apoyo a los familiares y amigos de los ausentes.
      Yo también te quiero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba